Querida mujer valiente,
Me dirijo a ti con el corazón lleno de empatía y comprensión, porque sé que has descubierto algo dentro de ti que te ha dejado con una profunda inquietud. Te has dado cuenta de que te has relegado a un segundo plano, priorizando a los demás por encima de ti misma. Te has comparado una y otra vez, sintiendo que tu valía depende de lo que piensen los demás de ti.
Pero déjame decirte algo importante: no estás sola en esto, y esta revelación es el primer paso hacia un camino de autodescubrimiento y amor propio.
Es momento de dejar atrás esa armadura que has construido, permitiéndote sentir y abrazar tus emociones. No tienes que ser fuerte todo el tiempo, ni cargar con el peso del mundo sobre tus hombros. Tienes el derecho de cuidarte y amarte a ti misma, sin sentir culpa o egoísmo.
El amor propio no es un acto de vanidad, es una necesidad vital para encontrar la felicidad y la plenitud en la vida. Aprende a tratarte con la misma compasión y cuidado que ofreces a los demás. Recuerda que eres digna de amor y respeto, independientemente de lo que piensen los demás de ti.
En este viaje de autodescubrimiento, aprenderás a valorarte por quien eres, con tus virtudes y tus imperfecciones. Dejarás de compararte con los demás, porque te darás cuenta de que eres única y valiosa tal y como eres.
No dejes que tus miedos e inseguridades te roben la alegría de vivir. Descubre lo que realmente te apasiona y disfruta de la vida sin preocuparte por el juicio ajeno.
Como coach, estaré a tu lado en cada paso del camino. Te apoyaré para que encuentres tu propia voz y te conviertas en la protagonista de tu vida. Juntas, trabajaremos para liberarte de esas creencias limitantes y fortalecer tu confianza en ti misma.
Hoy, te invito a que te des el regalo más preciado: el amor y la aceptación de ti misma. Ámate sin condiciones y date el permiso de ser feliz.
Eres digna, eres valiosa, eres suficiente. No lo olvides nunca.
Con cariño y admiración,
Cristina Villar