Si has llegado hasta aquí es porque algo te está llamando.
Antes de comenzar a descubrir, te invito a que te preguntes sobre cuál es la intención que te ha traído hasta este recurso que te comparto.
Y sosteniendo esa intención, plantéate si es beneficiosa para ti y para las personas que te rodean. Pregúntate si esa intención contribuirá a tu bienestar y al bienestar de los demás. Si esa intención es buena para ti y buena para los demás.
Si la respuesta a todo lo anterior es un SÍ, adelante, sigue leyendo.
Con este sencillo y breve entrenamiento podrás practicar Mindfulness de forma cómoda y fácil.
La clave del éxito con esta práctica consiste en:
- Confiar
- Repetir diariamente, por lo menos una vez al día
- Tener paciencia
- No forzar
- No resistirte a lo que surja, incluso si surge resistencia
- Aceptar
- Soltar
- Tener una actitud amable
- Cultivar una actitud de no juicio
¡Nada más y nada menos!
Y recuerda, que el objetivo de la práctica de Mindfulness, en contra de lo que se cree, no es la relajación, sino el darte cuenta de dónde está tu atención y devolverla, una y otra vez, a las manifestaciones de la respiración en el cuerpo, con cariño, sin forzar, sin enfadarte y sin preocuparte por las distracciones. La relajación será la consecuencia que vendrá después de practicar con compromiso, confianza y constancia (CO-CO-CO).
Bienvenida, bienvenido a la práctica con COCOCO. Por favor, ponle “COCOCO”.
A través de esta práctica te inicias en el descubrimiento de cómo “una mente serena y clara es una mente motivada y en continua evolución”.
Guarda este texto y léelo cada vez que tengas dudas o que necesites recordar la intención por la que estás practicando.
Buena práctica.